El Ángel de la Independencia ha simbolizado de diversas maneras a la Ciudad de México por ser tanto un lugar de encuentro para las manifestaciones sociales como un referente para los actos políticos de la izquierda y los conservadores, además de un punto para las celebraciones populares. Las alas representan la libertad en diversas culturas y, por ello, El sueño del Ángel puede expresar también las aspiraciones ciudadanas de tener una ciudad libre, justa, igualitaria y con democracia sustantiva, las cuales se han tratado de alcanzar con la elección de sus gobernantes y el afán de emprender un camino distinto al predominante en el país mediante el desarrollo de políticas innovadoras.
Este análisis de la política social en la Ciudad de México durante los años 1998 a 2019 se realizó con un enfoque de política pública. En consecuencia, no se trata sólo de una biografía del gobierno sino de una mirada a la acción de la sociedad y su influencia en los procesos de desarrollo. No se reduce al estudio de los programas públicos, que van más allá del reparto de recursos a los pobres-lo implica, pero es más que eso- al ser el instrumento para garantizar los derechos humanos en su dimensión económica y social. Es también la manera como la sociedad se percibe y construye, genera lazos de solidaridad e interacción entre sus integrantes, quienes impulsan proyectos y, eventualmente, se organizan para alcanzarlos.
Con la Constitución política se ha avanzado, pero falta consolidar una nueva concepción del desarrollo social en la ciudad, que sólo podrá ser resultado de la apertura del gobierno al debate de ideas y a la interacción con los distintos sujetos sociales para crear nuevas instituciones. Asimismo, deberá ser consecuente con la construcción de una senda propia que aporte aires nuevos al país y, con ello, sugerir lo imprescindible para un nuevo acuerdo entre gobierno y sociedad, con el propósito compartido de alcanzar el derecho humano al desarrollo.